En el Auditorio de la Contraloría General de la República se desarrolló la Presentación de un Estudio de Recursos Energéticos asociados a Oleaje. El Instituto Nacional de Hidráulica junto a diversos actores del sector público y privado y la academía, hicieron este pryecto de 4 años, con el objetivo principal de generar un catastro que sirva como información relevante para la inversiones en este tipo de energía limpia.
El ingeniero del Instituto Nacional de Hidráulica Ignacio Beyá nos comentó el alcance de este catastro:
¿Desde el punto de vista técnico este proyecto con qué objetivos cumplió?
El objetivo principal fue tener un mapa de la energía undimotriz, que es la energía del oleaje. Esto desde la zona centro hasta la zona sur de Los Lagos y Chiloé.
¿Los hotspots que ustedes encontraron ya se encuentran en condiciones de ser explotados comercialmente?
Este tema lo tocamos tangencialmente sobre como sería la inserción de estas tecnologías a un área más productiva. Ahí hay incluso temas legales relacionados con las concesiones marítimas y otras cosas que se deben resolver. En Chile tenemos un potencial muy grande de esta energía, incluso en el norte y es un potencial más o menos constante, lo que es importante para la rentabilidad de los proyectos.
¿Cuáles son los problemas que se podrían enfrentar?
Así como tenemos un gran potencial, tenemos también grandes marejadas, es en estos eventos extremos donde están los desafíos de los desarrolladores de estos dispositivos, lograr que el dispositivo que captura la energía pueda sobrevivir de buena forma a estos eventos de oleaje.
Hay dispositivos que responden mejor que otros a estos eventos extremos, algunos están sumergidos y resguardados de lo que pasa en la superficie y hay otros que están en la costa. Cada una de estas tecnologías tiene ventajas y desventajas desde el punto de vista de donde se van a instalar.
¿A que se puede comparar la energía que ustedes lograron medir?
Hablamos de una media de 12 kilowatts por metro, si pensamos que una ampolleta ocupa 50 watts podemos imaginar la cantidad de ampolletas sólo en un metro lineal. Es una gran cantidad al multiplicarlo por los 4 mil kilometros de costa que tenemos.
¿La tecnología se encuentra aún en una fase de desarrollo?
Hay dispositivos que están recuperando energía con objetivos comerciales y semi comerciales en otras partes del mundo. La mayor parte de estas nuevas tecnologías están en desarrollo en distintas etapas, poco maduras, maduras y casi comerciales.
¿Para el INH qué viene a continuación sobre este estudio?
Queremos instalar al menos una de las boyas que tenemos y que este midiendo entre uno y tres años. También tenemos la capacidad de probar dispositivos nacionales ya que sabemos que en Chile hay varios desarrolladores que están trabajando en tecnologías propias, podemos hacer ensayos para ver como funcionarían a escala para ir avanzando en este proceso de desarrollo que deben cumplir los dispositivos antes de que sean comerciales.
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